sábado, 2 de mayo de 2015

LEGADO EN LOS HUESOS, de Dolores Redondo

Sin haber leído ni la primera ni la tercera parte de la trilogía del Baztán, nos adentramos en la lectura de esta novela habiendo hecho los deberes previos, al consultar a amigos que se la habían leído, a leer críticas en internet, comentarios en foros, etc.
Las opiniones no eran unánimes, pero sí mayoritarias. Abundaban las que pensaban que esta, la segunda novela, era inferior a la tercera y también a la primera.
Para nuestros fines, lo más importante era conocer las opiniones acerca de la primera, "El guardián invisible", y saber si era posible entender su continuación sin haberla leído previamente. 
Para solucionar la segunda traba realizamos un documento recogiendo un resumen de la trama de "El guardián invisible", un perfil de sus personajes principales y, lo más importante, el desenlace de la novela, quién es el asesino y en qué situación se quedan los protagonistas cuando acaba la primera novela de la serie.
El mejor y más completo análisis de "Legado de los huesos" lo encontramos en la página "El placer de la lectura" y lo copiamos íntegramente debajo. Todo ello lo completamos con opiniones e información de compañeros que se habían leído la primera novela y consideramos que ya teníamos suficiente información como para comenzar a leer "Legado ..." y no perdernos ningún detalle importante.
No hemos incluido el documento elaborado por nosotros porque contenía demasiados avances, spoilers, que iban a desvelar todos los misterios que contiene la primera novela y no era el caso de destriparlos aquí.
Solo nos queda comentar que nos pareció una novela excelente, que cómo serán las otras dos si alguien piensa que esta es la inferior de la saga. También coincidimos que se puede leer de forma separada, pero conviene conocer el origen de los personajes y algo de la geografía del valle del Baztán.

Muchas gracias a la Biblioteca de Villamalea (Albacete) por prestarnos el libro

- Dossier de prensa en EL PLACER DE LA LECTURA

"La autora

Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) estudió Derecho y  Restauración gastronómica, y aunque durante algunos años se dedicó a distintos negocios siempre supo, desde niña, que quería ser escritora. Durante un tiempo compaginó trabajo con labor creativa, escribiendo relatos cortos, cuentos infantiles y la novela Los privilegios del ángel. Fue con la escritura de El guardián invisible, primer volumen de la Trilogía del Baztán, cuando decidió volcarse a tiempo completo en el oficio de narrador. En estos momentos, desde el pequeño pueblo de la Ribera Navarra donde habitualmente trabaja, Dolores Redondo vive con entusiasmo el gran éxito literario que tanto a nivel nacional como internacional está alcanzando su novela.
Tras ser publicado simultáneamente en las cuatro lenguas oficiales del Estado español, y ser vendidos los derechos de traducción a 21 editores, en países tan dispares como Francia, Alemania, Polonia o Turquía, El guardián invisible se convirtió en todo un fenómeno editorial. Algo que se vio respaldado con la venta de los derechos cinematográficos a NadCon, jointventure de Peter Nadermann (productor cinematográfico responsable de adaptaciones como la trilogía Millennium de StiegLarsson o las novelas de Henning Mankell, entre otras) y Constantin Film (productora de la película que obtuvo el Oscar a Mejor Película Extranjera en 2003 por Nowhere in Africa).
Con El guardián invisible, la autora reconoce que escribió la novela que ella misma quería leer, y puso entonces en juego todos los elementos que le gustaban. “Este es un ejercicio de cirugía que escarba hasta tocar el nervio, el lugar donde duele, donde crece el llanto, la angustia y el miedo. Me ha costado llegar hasta aquí, atreverme a abrir la puerta, a buscar y encontrar ese lugar, y sin embargo ahora me parece tan obvio que casi mueve a la risa, porque como lectora lo había hallado muchas veces, y cada vez que lo encontraba en los textos de otros lo reconocía de inmediato: honestidad.”
En esta segunda entrega de la trilogía, la autora ha sabido aplicar a conciencia máximas literarias como la de Agatha Christie: “La mejor receta para una novela policíaca es que el detective no debe saber nunca más que el lector”; o la del maestro Stephen King: “Ninguna historia puede ser buena sin un buen cierre”. Ahora, solo es cuestión de que el lector se deje transportar hasta el Baztán, para participar de una historia única, realmente hipnótica e impactante, que atrapa de forma inevitable hasta sus últimas consecuencias.
Tras Legado en los huesos, la Trilogía del Baztán se completará con el título Ofrenda a la tormenta, que todavía no tiene fecha de publicación.

Legado en los huesos

«Duerme pequeña zorra, la amá no te comerá esta noche»
No hay ninguna duda de que la novela negra está en continua renovación, cada día, con cada nuevo título. Ha dejado de ser un género estanco para aportar historias hibridadas de otras materias, que no dejan de sorprender a los lectores ávidos de esas tramas diferentes pero bien hiladas. Si con El guardián invisible, a Dolores Redondo se la consideró creadora de un nuevo tipo de thriller que ahora con la segunda parte de la trilogía, confirma plenamente las expectativas creadas para ofrecer una novela diferente donde psicología y crimen conviven en milimetrada cadencia con tradición y leyenda.
«Había leído en alguna parte que no se debe volver al lugar donde se fue feliz, porque esa es la manera de comenzar a perderlo, y suponía que el autor de aquella frase tenía razón. (…) Era un buen consejo para quien tenía más de un lugar al que volver. Para Amaia era aquella casa, la casa que parecía tener vida propia y se ceñía en torno a ella, cobijándola con sus muros y dándole calor.»
Si el basajaun centraba la investigación en su anterior caso, ahora la inspectora Salazar, directamente apelada, seguirá los sangrientos pasos del tarttalo, un inteligente instigador criminal que según reza la tradición local, se asemeja a un ser grande y agresivo que dirige su único ojo a la caza de pastores y doncellas. La eventual realidad de los seres humanos, de la exploración policial o de las víctimas, se presenta entonces sostenida sobre esa fascinación hipnótica que envuelve a los sueños, la mitología y el crimen. De tal manera, que cada pesquisa puede resultar decisiva, y cada evidencia, dentro de lo inexplicable que finalmente resulta un crimen, termina por parecer lógica.
«–Señoría, este individuo no es un hombre, es un espécimen humano del sexo masculino, y entre eso y ser un hombre va un abismo. Creo que en efecto la felicidad se puede obtener también de una relación de pareja, o de una relación amorosa, si lo prefiere, pero no la realización. Ni los hombres ni las mujeres son ángeles destinados a salvar almas ni a completar carencias y vacíos.»
Legado en los huesos también es una novela que bucea en los orígenes del miedo y de la maldad como impulsos íntimamente ligados al ser humano. Dos conceptos que, aunque parezcan aislados, siempre van parejos: el temor al dolor, al confinamiento, a la muerte, a perder la cordura… a que alguien busque exhalar su aliento criminal sobre potenciales víctimas para sembrar de tinieblas su existencia. La autora se vale de una prosa potente, directa, ágil, cargada de diálogos rotundos, cuidada en su ambientación y detalle, para acercarse al lector desde todos los ángulos y provocar su atención, atraparlo en las simas anímicas de los personajes o en los conflictos criminales del desconocido tarttalo.
«Aquí está –dijo señalando un naipe– el guardián que te protege, que te ama de un modo puro y no se apartará de ti, porque su designio es protegerte. Aquí –dijo señalando la siguiente–, la exigente sacerdotisa que te empuja a la batalla, reclamándote una pleitesía y entrega descomunales (…) en su lucha ancestral por recuperar el equilibrio. Un equilibrio que se rompió con un acto abominable, que desencadenó el despertar de bestias, de poderes que durante siglos durmieron en las simas del valle, y que ahora debes ayudar a someter.»
Casos cerrados que se reabren, suicidios que no parecen tener justificación, intrigas familiares con un trasfondo terriblemente inquietante, la naturaleza fabulosa de Elizondo y el valle del Baztán que esconden secretos y seres mitológicos, miedos, sueños, la más profunda tradición vasco-navarra, profanaciones, trastornos psicológicos, emociones desbordadas, investigación policial, provocación… Legado en los huesos termina conformando un thriller muy estudiado y perfectamente estructurado, donde los cabos no solo se terminan atando sino dibujando la trama emocional de los personajes. Dolores Redondo ha desarrollado un estilo propio, muy característico, arraigado a la tierra y a sus ancestros; y ha logrado concebir una atmósfera absorbente, fría y espectral que termina envolviendo al lector en su investigación paralela. Sin escapatoria.
«–Llama mi atención porque soy la jefa de homicidios y llevé el caso del basajaun, eso me dio una popularidad que a este individuo le interesa. Se cree muy listo y busca a alguien que esté a la altura de sus perspectivas para batirse en una especie de duelo o juego del gato y el ratón.»

Un thriller contundente donde mito y realidad se aúnan para conformar una leyenda criminal

Aunque resuelto el macabro asesinato de aquellas niñas, la presencia del mal todavía late perenne en lo más profundo de la inspectora Amaia Salazar. Invisible a ojos extraños, esa sensación aterradora y atávica que se muestra más viva que nunca en sus sueños, la sigue atemorizando como algo infiltrado en los huesos de lo que no se puede desprender. Ni aún siquiera el nacimiento de ese niño que tanto deseaba, y que ahora colma sus ilusiones maternales, le permitirá alejarse de los fantasmas que creía exiliados a otro mundo… Un nuevo caso la devolverá al Baztán más sombrío y mitológico que, aquel que poblado de seres mágicos contrasta con su carácter metódico y racional. Una tierra que la sigue atrapando pero al mismo tiempo escociendo como una herida difícil de cicatrizar. Un mundo místico que oculta a otro voraz criminal, agudo y muy cruel.
«El miedo era un viejo vampiro que se cernía sobre su cama mientras dormía, oculto en las sombras, y que llenaba de horribles presencias sus sueños. Le vino a la mente de pronto el modo como lo llamaba su abuela Juanita, Gaueko, el de la noche.»
En el pequeño pueblo de Arizkun, a apenas cinco kilómetros de Elizondo, se han producido violentos actos de profanación en la iglesia. Si bien hasta ahora los hechos podrían haber pasado por episodios vandálicos, el último venía acompañado de una funesta ofrenda. Entre los restos del fuego ocasionado sobre el altar aparece lo que suponen es un mairu beso, el brazo del esqueleto de un niño, concretamente de un infante que ha muerto sin haber sido bautizado. La investigación apunta a los agotes, un grupo de ciudadanos considerado desde la antigüedad como inferior, y que en aquella comarca sufrió durante años la más severa segregación social y religiosa. El componente de odio y venganza implícito en esos actos podría pasar por ser una  provocación hacia la Iglesia. Pero también hacia la inspectora Salazar, que sin buscarlo se verá directamente implicada en el caso.
«–Vivimos tiempos convulsos –continuó Sarasola–, y por supuesto, más a menudo de lo que nos gustaría, las iglesias sufren profanaciones que en la mayoría de las ocasiones se silencian para evitar el efecto llamada que tiene este tipo de acciones, y aunque algunas son realmente espectaculares por su puesta en escena, pocas tienen un componente tan peligroso como en este caso.»
Sin embargo, la vuelta al valle del Baztán por parte de Amaia y su familia se antoja aún más complicada. Su último trabajo, un proceso de violencia de género que concluyó con suicidio del agresor, apunta a tener previas ramificaciones, a estar ligado con otros asesinatos de idéntico final: las víctimas aparecen con el brazo amputado, y además, todas son originarias del valle navarro. Unos extraños mensajes anotados por los criminales confesos antes de suicidarse, parecen ir dirigidos directamente a la inspectora de la policía foral: una sola palabra que se convierte en una señal llegada de un pasado legendario, de los más antiguos ancestros, TARTTALO.
La tensión va creciendo conforme las averiguaciones de la policía van aportando nuevas evidencias sobre la relación de los crímenes y su oscuro fin. Por otro lado, las intrigas familiares esconden un trasfondo ciertamente inquietante con la presencia oscura y aterradora de un madre desquiciada que se hace cada día más fuerte, rescatando un pasado que oculta muchas más sombras que luces. Pero ¿qué relación guardan los crímenes con la figura mitológica del tarttalo? ¿quién está provocando aquellas profanaciones tan significativas? ¿por qué está la inspectora Amaia Salazar en el punto de mira del misterioso criminal?
«–Tarttalo, conocido también como Tártaro y como Torto, es una figura de la mitología vasco navarra, un cíclope de un solo ojo y gran envergadura extraordinariamente fuerte y agresivo, que se alimenta de ovejas, doncellas y pastores, aunque también aparece como pastor de sus propios rebaños en algunas referencias, pero de cualquier modo, siempre como devorador de cristianos.»

Personajes principales

·        Amaia Salazar, inspectora jefa de Homicidios en la Policía Foral de Navarra. Mujer dura, valiente, intuitiva, estricta, inteligente, con carácter y don de mando. Pero también afable y cercana, sensible cuando está en brazos de su marido James (afamado escultor estadounidense afincado en Pamplona), o frágil cuando teme enfrentarse a los fantasmas de sus pesadillas. Desde que nació el pequeño Ibai, éste se ha convertido en su gran alegría y mayor preocupación. Aunque marcada por un trauma de la niñez que guarda en silencio, comparte sus más hondos pensamientos con su tía Engrasi, buena conversadora, echadora de cartas y perenne habitante de Elizondo.
·        Flora y Rosaura son las hermanas de Amaia. Tras el fin trágico de su relación, Flora, la mayor, ha optado por trasladarse a Zarautz para rodar el programa diario que sobre repostería hace en la televisión nacional; aún hoy sigue guardando secretos importantes. Rosaura, por su parte se ha hecho cargo con muy buen tino de la gerencia de la empresa Mantecadas Salazar sita en el pueblo.
·        Jonan Etxaide, subinspector ayudante de Amaia, es antropólogo y arqueólogo. No se trata de un policía al uso, sencillo y de carácter conciliador, tiene siempre una visión bastante romántica de las cosas. Aunque Amaia le admira y respeta como profesional y como persona, algunos compañeros no ven con buenos ojos su homosexualidad.
·        Iriarte, inspector de policía ayudante de Salazar, es respetuoso, previsor y muy familiar. Aunque buen compañero no puede evitar ciertos recelos profesionales. Amable y servicial, intercederá ante la jefa para que dé el visto bueno a la readmisión de Montes.
·        El juez Markina es quien permite reabrir el caso del tarttalo. Atractivo, joven y elegante se involucra directamente en el avance de las investigaciones. Enamorado de Amaia, no quiere advertir su estado civil, ni cejar en su empeño por tenerla cerca.
«–Usted nació allí, hay vínculo de pertenencia. Es uno de los lugares más bellos que conozco, uno de esos sitios en los que se puede sentir la comunión entre la naturaleza y el ser humano, un lugar donde encontrar razones de peso para recuperar cierta fe… Y sin embargo, o quizá por eso mismo, pareciera que algo obsceno se refugia allí, algo sucio y maligno.»
·        El padre Sarasola está doctorado en psiquiatría y ejerce las funciones de agregado del Vaticano para la defensa de la fe. Como religioso vinculado al Opus Dei, goza de gran influencia entre la curia romana. Será el encargado de llevar el caso de las profanaciones y también se encargará de estudiar directamente el caso de esquizofrenia de Rosario Iturzaeta, madre de Amaia.
·        Fermin Montes, inspector expulsado durante un tiempo del cuerpo, vuelve de nuevo para pasear su elegancia y chulería cargada de colonia cara, pero también de eficiencia y resolución. Divorciado y con cierta afición al alcohol, estuvo muy enfrentado a Salazar.
«El resultado de los análisis arrojaba una nueva luz sobre el caso: dos nuevas mujeres asesinadas por sus maridos, en crímenes de corte machista y aparentemente sin conexión; ambas habían sufrido una amputación idéntica y los huesos de las dos habían aparecido limpios y descarnados en una cueva de Arri-zahar. Ambos agresores habían muerto.»

Han dicho de su obra: El guardián invisible

«La complejidad de la trama, el aliento poético de sus descripciones y el tino con el que retrata psicológicamente a sus personajes, hacen difícil encontrar a otro autor que irrumpa en el thriller criminal con la fuerza y la originalidad de Dolores Redondo.»  La Razón
«Nace el thriller navarro.» La Vanguardia
«Hay pocas novelas donde se perciba esta sensación maravillosa, este prodigio que surge de un libro cuando –hipnotizados- vivimos la necesidad de saber qué hay al otro lado de la página, cuál será el próximo suceso. Contundente y brutal. Un gran relato policiaco, que va más allá de la trama. Una voz que se despliega magnífica, emocionante, atractiva, competente, bien estructurada, llena de templanza, distintiva y fresca. No os la perdáis.» El Periódico
«Les avanzamos que podría tratarse del gran fenómeno de nuestra novela negra para este año.» Qué Leer
«Exquisita, impresionante, misteriosa, perfecta, emocionante, intrigante, mágica. Todos y cada uno de estos adjetivos no están puestos sin pensar. De hecho, quería encontrar los adecuados para poder describir lo que creo que es El guardián invisible porque pocas veces me he encontrado con una novela como ésta. Así que corred, leed, y disfrutad con el caso de Amaia Salazar, y viajad, como lo he hecho yo a Elizondo, sus calles, y al valle de Baztán donde lo mágico y lo real se juntan para parir una novela que, sin duda, debería dar que hablar.» Libros y Literatura
«El cabo del miedo se desata en Elizondo. La bella localidad navarra, escenario de El guardián invisible, obra de Dolores Redondo, una de las novelas más esperadas del año, cuyos derechos ha comprado ya media Europa.» ABC.es
«Dolores Redondo ha creado un personaje muy potente, la inspectora Amaia Salazar, que investiga en el pueblo de Elizondo (Navarra) la muerte de varias adolescentes.»  Página 2 – TVE
«Redondo ha construido una trama compleja, admirable, entretejiendo tres tradiciones literarias que a priori no tienen nada en común y dotando al conjunto de alicientes suficientes para los lectores de novela negra y también para quienes aborrecen el género. Su historia viene a demostrar aquello tan manido, que pocas veces puede pregonarse con tanta rotundidad: no importa a qué género, temática o corriente pueda adscribirse una determinada obra, porque al cabo sólo existe buena o mala literatura. Y esta es de la buena.» El Cultural"

- Vídeo del programa de televisión Página 2 (14 de diciembre de 2014) en el que Dolores Redondo presenta el libro que cierra la trilogía del Baztán, Ofrenda a la tormenta.



- Podéis también leer una excelente crítica en LIBROS QUE HAY QUE LEER

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